Start,Duration,Text 0.456,7.904,"Nota previa y nota bene, que quiere decir  «preste atención, por favor»: ruego, por favor,  " 8.36,5.92,"al oyente o lector irreflexivo e imprudente que  no me lea ni me escuche en esta ocasión. Tampoco  " 14.28,6.88,"en otras, sinceramente. Piérdase en ajenos  contenidos de internet. Al oyente o lector  " 21.16,6.12,"reflexivo y prudente le advierto, igualmente  por favor, que tenga en cuenta que lo que está  " 27.28,5.76,"dispuesto a leer u oír a continuación no debe,  ni puede, reducirse al presente actual ni a su  " 33.04,6.52,"entorno político más inmediato, porque se refiere  a un período de unos dos milenios y medio y a un  " 39.56,6.24,"territorio, cuando menos, comparable al Occidente  contemporáneo. Cualquier otra interpretación de  " 45.8,6.4,"mis palabras será una reducción o una malversación  semiótica a la que soy ajeno y de la que en  " 52.2,7.8,"absoluto seré responsable. Allá cada cual, si  sigue oyendo o leyendo. Fin de advertencia.  " 60,6.56,"Irreflexivamente se considera que el enemigo por  antonomasia de la democracia es el totalitarismo,  " 66.56,6.76,"y sus figuras, es decir, el dictador, el  déspota, el tirano. Sin embargo, aunque esta  " 73.32,5.88,"es una imagen convencional y útil, en realidad  es falsa. Cumple una función muy importante,  " 79.2,4.76,"que es eclipsar y ocultar los movimientos  clave del enemigo verdadero de la democracia:  " 83.96,6.48,"el tramposo. Me refiero sobre todo al ladrón de  libertades y derechos ajenos. Se puede negar la  " 90.44,6.4,"democracia desde el totalitarismo, como ocurrió en  épocas históricas siniestras y letales. Recientes  " 96.84,5.12,"y actuales. Pero también se puede derogar la  democracia desde la violación de las leyes  " 101.96,6,"inmanentes y esenciales a la propia democracia. A  la primera de estas figuras la reconocemos todos,  " 107.96,6.32,"claramente, como dictador. Pero para designar a  la segunda de ellas no hay consenso todavía ―es  " 114.28,6.2,"decir, desde unos dos mil quinientos años,  aproximadamente―, porque este personaje  " 120.48,5.4,"político al que me refiero ―el que se sirve de la  democracia para traicionarla y adulterarla, con el  " 125.88,6.64,"fin de usurpar libertades ajenas― carece de nombre  propio hasta ahora. La ambigüedad entre demagogo,  " 132.52,8.36,"sofista, tramposo, o incluso autócrata, no está  nada clara. Y no hay consenso al respecto. Insisto  " 140.88,5.6,"en que llevamos así más de dos milenios y medio.  La impotencia de la filología es, en este punto,  " 146.48,6.32,"sobrenatural. No me refiero a un simple impostor  o a un tahúr profesional. Es algo más que todo  " 152.8,5.08,"eso. Es alguien que juega con las libertades  de las personas honradas y trabajadoras ―para  " 157.88,6.36,"usurparlas―, que las menosprecia e incluso deroga  aleatoriamente ―burlándose de ellas―, en función  " 164.24,5.28,"de sus propios intereses o caprichos. Es algo  más que un burlador que destruye las leyes,  " 169.52,5.72,"el derecho y la historia. Con el Estado no  caben burlas duraderas. Salvo para este tipo  " 175.24,5.68,"de espécimen. Es algo peor que un donjuán de  la política, que ha reemplazado el ultraje a  " 180.92,5.32,"la mujer por la violación del Estado. Todos  sabemos de qué hablamos cuando un mandatario  " 186.24,4.6,"seductor se sirve de la democracia para  adulterarla. Pero desde Pericles hasta el  " 190.84,5.8,"siglo XXI esta siniestra figura, sofisticada  enemiga de la democracia, se ha sustraído a  " 196.64,13.12,"la onomástica de la filología. Porque el gato que  lleva ese cascabel carece de nombre hasta ahora."