Start,Duration,Text 0.32,7.88,"Una educación para el autoengaño. Todo el sistema  educativo de las democracias occidentales se basa  " 8.2,8.48,"hoy en día en el autoengaño colectivo y en el  idealismo democrático de diseño posmoderno. Es una  " 16.68,5.32,"ideología totalmente incompatible con la esencia  crítica del pensamiento clásico y de la tradición  " 22,5.96,"literaria hispanogrecolatina, cuyo objetivo era  educar al ser humano en el desengaño frente a las  " 27.96,6.92,"apariencias de la realidad y contra sus filfas  y falacias[1]. El desengaño implica y exige,  " 34.88,6.16,"ante todo, identificar y reconocer el «artificio».  Saber interpretar sus recursos y ser capaz de  " 41.04,8.84,"gobernar todas sus posibilidades de seducción.  En una palabra: sobrevivir al idealismo. Hacerse  " 49.88,6.36,"compatible con la realidad y evitar de este  modo el fracaso. La conciencia del desengaño,  " 56.24,7.4,"tan genuinamente barroca, preserva la vida humana  en mejores condiciones de las que ofrece el  " 63.64,6.96,"idealismo, esa caverna platónica contemporánea,  ese tercer mundo semántico de nuestro tiempo:  " 70.6,7.16,"la filosofía alemana ilustrada, romántica y  posmoderna, de Kant a Freud y de Marx a Habermas.  " 77.76,5,"Este hecho permite explicar muy nítidamente  diferencias dialécticas fundamentales entre  " 82.76,7.48,"Hispanosfera y Anglosfera. La cultura anglosajona  vive bajo la hipnosis del idealismo. Un idealismo  " 90.24,3.92,"que desde la Ilustración europea  ha exportado al resto del mundo,  " 94.16,25.68,"y que Estados Unidos ha globalizado ―hasta la  degradación― desde la segunda mitad del siglo XX."